Nervios, exámenes, notas y… calor. Llega el fin de curso, la necesidad de vacaciones y las ganas de disfrutar del sol y la playa. Te proponemos probar la tranquila playa de Torre la Sal, tanquila y muy familia, en un magnífico rincón de la Costa del Azahar donde luce el sol más de 300 días al año, y donde el sabor a sal y el vaivén de las olas del mar atraen a los que buscan un verano pegado al Mediterráneo.
Una playa de arena y guijarros y con agua muy limpia (lo que ha propiciado que se instale aquí un centro de investigaciones biológicas marinas), cuyos únicos visitantes son los campistas de los tres campings que tienen acceso directo a la misma y los habitantes de la pequeña pedanía de Torre la Sal, y en cuyo entorno destacan cuatro torres de defensa, entre las que sobresale la que lleva su nombre.
Al lado mismo de la playa está el centro de interpretación del paraje natural del Prat de Cabanes-Torreblanca, desde el que se puede hacer una excursión por un terreno totalmente llano, muy fácil (se puede ir con niños), que se adentra en el corazón del humedal, donde se pueden divisar muchas aves en estado salvaje.
A continuación de esta playa, hacia el norte, a unos 3 km a pie, se llega a otra playa naturista, de fácil acceso y baja ocupación, mientras que si nos dirigimos al litoral de Oropesa, podemos disfrutar de largas playas como las de Morro de Gos, La Concha, Les Amplaries o el Retor, algunas de ellas con bandera azul, y cuentan con paseo marítimo con terrazas, abundantes servicios, y son idóneas tanto para tomar el sol como para la práctica de deportes náuticos o en la arena (fútbol playa, voley…).
¿Sientes ya la brisa marina en la piel? ¡Prepara la maleta y pónte en marcha, es tiempo de playa! Y si quieres conocer más de todo lo que te puedes encontrar en la zona, descárgate el ebook que te pondrá los dientes largos…
