En la costa de Tarragona se encuentra L’Ametlla de Mar, un bonito pueblo de pescadores que, a día de hoy, se ha convertido en un destino turístico de primer orden para la práctica de actividades al aire libre, como el senderismo o la pesca.
Entre los muchos encantos de este pueblo destacan sus calas. Los más de 16 km de largo de la costa de L’Ametlla de Mar configuran un paisaje irregular, con bonitos acantilados y coquetas calas de diferentes tamaños y formas. Sus paisajes casi vírgenes, rodeados de vegetación mediterránea, hacen que sea el destino preferido por muchos para relajarse y desconectar de la rutina en contacto con la naturaleza.
Para conocer a fondo el entorno y la belleza de estos paisajes, el camping Ametlla goza de una situación privilegiada junto al mar y con acceso directo a dos calas. Además, desde el camping, parten numerosos caminos y rutas, que recorren tanto la costa como el interior de la comarca. Los caminos están bien señalizados y los hay de todos los niveles, a través de ellos, el visitante podrá conocer los bosques y las calas más solitarias y mágicas de la costa Dorada.
La pesca es otro de los grandes atractivos de esta zona y hay numerosas empresas que organizan salidas y alquilan embarcaciones para la práctica de este deporte. Además, durante el paseo se tienen unas vistas únicas del Delta del Ebro y de la costa.
El camping Ametlla es el punto de partida perfecto para conocer la comarca y disfrutar de la práctica de deportes al aire libre. El clima suave, del que goza la mayor parte del año y la singularidad de sus paisajes, hacen que sea el alojamiento ideal para disfrutar de unas divertidas vacaciones en familia. Además, durante Semana Santa disponen de una gran oferta para aquellos que se alojen en bungalow: cuatro noches por el precio de tres.
