Boltaña, un camping mágico para los niños

Boltaña, un camping mágico para los niños

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En el camping Boltaña los niños serán los reyes. Imagen cedida por camping Boltaña

En el corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido hay un camping en el que los niños serán los auténticos protagonistas, el camping Boltaña. Se convertirán, durante unos días, en pequeños exploradores, vivirán mil y una aventuras participando en las actividades del camping, y recorrerán en familia senderos especialmente pensados para ellos. Los padres disfrutarán compartiendo sus momentos de ocio con los pequeños de la casa, rodeados de la naturaleza desbordante de los Pirineos.

Rutas de senderismo para niños

En el camping Boltaña han seleccionado 20 rutas perfectas para hacer con niños por su duración y desnivel, las hay de 15 minutos y de tres horas, dependiendo de la edad del niño y de su estado forma. Por ejemplo, hay rutas muy sencillas que se pueden hacer incluso con carrito de bebé como es el caso del «paseo al mirador de Puyadase». Comienza en el pueblo de Gistaín y es perfecta para recorrer con niños muy pequeños, apenas tiene desnivel y tiene una duración media de 15 minutos.

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Valle de Otal, CC Flickr: Silvia Martín
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Acónitos, las flores más venenosas de los Pirineos. cc flickr: Apollonio Totolli

Otro paseo muy agradable para hacer con niños es el que va por el valle de Otal. El tiempo de ascenso es de hora y media mientras que el de descenso es de 50 minutos aproximadamente. Comienza en el puente románico de San Nicolás de Bujaruelo y una vez hecha la pequeña ascensión se llega al valle desde el que se tienen unas espléndidas vistas de la cumbre de Tendeyera. Durante el paseo podremos encontrar saltamontes, algún rebeco e incluso es posible ver alguna colonia de marmotas, algo que encantará a los más pequeños. En cuanto a la flora, en esa pradera abundan preciosas flores de montaña; narcisos, orquídeas, gencianas, y en verano acónitos. Al final del valle encontraremos una cabaña de pastores que nos indicará que es el momento de dar la vuelta.

Y para los más intrépidos una ruta muy divertida pero algo más exigente es la ruta del sendero botánico de L’Ausera. Por el tipo de suelo y el desnivel no es recomendable para niños menores de cinco años ni para ir con carrito de bebé. Se trata de un sendero sombrío y con mucha vegetación en el que hay instalados paneles explicativos de la flora local. Presenta una dificultad media y en función de la edad del pequeño el tiempo medio en recorrerla es de entre dos y tres horas. Este itinerario botánico une dos antiguos puentes el de los Pecadores y el de el Molino.

 

 

 

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